El aguilucho papialbo (Circus macrourus) dejó de ser considerado como rareza nacional por el Comité de Rarezas de SEO/BirdLife en enero de 2016, al entender probada su presencia regular en ambos pasos migratorios (incluso con algunos datos puntuales de invernada a partir de 2005) para el conjunto de España peninsular, islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Hasta ese momento se habían homologado oficialmente un total de 105 registros correspondientes a 114 individuos (Ardeola 66.1, 2019), cifras seguramente muy por debajo del número real de aves presentes, dada la relativa facilidad con que la especie puede pasar desapercibida (especialmente hembras y juveniles) entre los mucho más abundantes aguiluchos cenizos y pálidos.
Fue a partir de comienzos del presente siglo cuando la especie mostró una ligera tendencia al alza en el número de observaciones recopiladas en España, mayoritariamente referidas a ejemplares en migración, y a las que se fueron añadiendo los primeros datos obtenidos de invernada para el año 2005 (provincia de Castellón) que se han venido repitiendo en años sucesivos en esta y otras áreas ibéricas (Ollé, Á. et al.).
En el año 2007 se detectó un influjo sin precedentes con cifras récord de ejemplares en algunas zonas donde ya se venía observando habitualmente en migración (Ollé, Á. et al.), tendencia que atendiendo al número de registros homologados y también a los datos publicados en las diferentes plataformas digitales que contienen información sobre las aves de España (Rare Birds, Reservoir Birds, eBird, Observation.org), se ha mantenido estable durante el transcurso de los siguientes años.
Estos datos parecen estar en concordancia con el aumento de observaciones acontecido en el resto de Europa Occidental (fundamentalmente a lo largo de los últimos 10-15 años), y pudiera estar relacionado con la expansión de sus áreas de cría -entre el sur de Rusia y Mongolia- hacia algunos países del norte y noroeste del continente europeo donde la especie se ha establecido recientemente (caso de Finlandia y Suecia).
A sus tradicionales rutas migratorias para alcanzar los cuarteles de invierno africanos al sur del Sahara (a través de Oriente Próximo), se uniría ahora una nueva vía que atravesaría el sur de Europa y el oeste del Mediterráneo -especialmente durante la migración postnupcial- lo que explicaría el incremento de registros acontecido en la Península Ibérica y el aumento de sus observaciones en el Estrecho de Gibraltar e inmediaciones (González, M. y otros, 2017).
La información más reciente publicada en el noticiario ornitológico de la revista Ardeola, reseña respectivamente para los años 2016 y 2017 (Península Ibérica y Baleares) un total de 30-35 ejemplares en 14 provincias y 60 aves en 21 provincias, mientras que para el año 2018 fueron un mínimo de 55 los individuos detectados en 40 diferentes localidades y 22 provincias, sin descartar posibles duplicaciones (Ardeola 66.2, 2019).
En lo referido a la distribución de sus citas ibéricas en ambos pasos migratorios, la especie había venido mostrando un claro sesgo hacia la mitad oriental peninsular. No obstante y a partir del año 2018, los registros tuvieron lugar sobre todo en dos áreas: el noreste (Navarra, Aragón, Cataluña y también las islas Baleares) y el suroeste (Andalucía occidental y Extremadura).
Los datos recogidos en los últimos años confirman además un moderado aumento del contingente de aves invernantes, que se concentran principalmente en el tercio sur peninsular y también en la región aragonesa, tal y como analizaremos más adelante en el desarrollo de la presente entrada del Blog AODA.
Para el pasado año 2019 y en la Web de Reservoir Birds, se recopilaron alrededor de 55 nuevos registros de los cuales quince corresponden a aves invernantes (enero/febrero/diciembre) que fueron vistas fundamentalmente en Andalucía (n=8), pero también en Cataluña, Asturias y las provincias de Cáceres, Toledo, Alicante y Albacete, además de en Aragón.
En el paso prenupcial (marzo/abril) se recogieron al menos veinte citas repartidas por Andalucía (n=11), Cáceres, Valencia, Baleares, Castilla-León, Gerona y Asturias, y otras tantas para el paso postnupcial (agosto/noviembre) localizadas en Andalucía (n=14), Castilla-León, Barcelona, Navarra y Soria.
Fue a partir de comienzos del presente siglo cuando la especie mostró una ligera tendencia al alza en el número de observaciones recopiladas en España, mayoritariamente referidas a ejemplares en migración, y a las que se fueron añadiendo los primeros datos obtenidos de invernada para el año 2005 (provincia de Castellón) que se han venido repitiendo en años sucesivos en esta y otras áreas ibéricas (Ollé, Á. et al.).
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) macho adulto
Regadíos del monte de Quinto (Zaragoza); 13/01/18
Fotografía: Ricardo Pérez
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Estos datos parecen estar en concordancia con el aumento de observaciones acontecido en el resto de Europa Occidental (fundamentalmente a lo largo de los últimos 10-15 años), y pudiera estar relacionado con la expansión de sus áreas de cría -entre el sur de Rusia y Mongolia- hacia algunos países del norte y noroeste del continente europeo donde la especie se ha establecido recientemente (caso de Finlandia y Suecia).
A sus tradicionales rutas migratorias para alcanzar los cuarteles de invierno africanos al sur del Sahara (a través de Oriente Próximo), se uniría ahora una nueva vía que atravesaría el sur de Europa y el oeste del Mediterráneo -especialmente durante la migración postnupcial- lo que explicaría el incremento de registros acontecido en la Península Ibérica y el aumento de sus observaciones en el Estrecho de Gibraltar e inmediaciones (González, M. y otros, 2017).
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) hembra 2º a.c.
Utebo (Zaragoza); 14 de abril de 2019
Fotografía: Alfredo Sánchez
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En lo referido a la distribución de sus citas ibéricas en ambos pasos migratorios, la especie había venido mostrando un claro sesgo hacia la mitad oriental peninsular. No obstante y a partir del año 2018, los registros tuvieron lugar sobre todo en dos áreas: el noreste (Navarra, Aragón, Cataluña y también las islas Baleares) y el suroeste (Andalucía occidental y Extremadura).
Los datos recogidos en los últimos años confirman además un moderado aumento del contingente de aves invernantes, que se concentran principalmente en el tercio sur peninsular y también en la región aragonesa, tal y como analizaremos más adelante en el desarrollo de la presente entrada del Blog AODA.
Aguillucho papialbo (Circus macrourus) macho adulto
Regadíos del monte de Quinto (Zaragoza); 07/01/18
Zona donde la especie ha invernado varias temporadas
Fotografía: Luis Gracia
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En el paso prenupcial (marzo/abril) se recogieron al menos veinte citas repartidas por Andalucía (n=11), Cáceres, Valencia, Baleares, Castilla-León, Gerona y Asturias, y otras tantas para el paso postnupcial (agosto/noviembre) localizadas en Andalucía (n=14), Castilla-León, Barcelona, Navarra y Soria.
El aguilucho papialbo en Aragón:
La primera cita de la que se tiene constancia en nuestra región, corresponde a una hembra que pudo ser observada en abril de 1977 por Joaquín López Pardo (G.O.O.) y José Laiz Blanco (naturalista del equipo de la serie televisiva "El hombre y la Tierra") en la localidad oscense de Piedramorrera Ver entrada.
Desde entonces se han recopilado al menos otras cincuenta diferentes observaciones de la especie Ver todas las entradas, todas ellas referidas a individuos solitarios y con la excepción de las dos aves que fueron observadas juntas en El Planerón-Belchite para comienzos de abril de 2019 Ver entrada.
Para el cómputo total de citas recopiladas no se han considerado como diferentes registros los correspondientes a ejemplares con presencia prolongada en una misma zona (casi todos referidos a aves invernantes) y es necesario reseñar que son tan sólo cuatro los datos oficialmente homologados por el CR de SEO/BirdLife. El resto han sido exclusivamente validados por el Comité Editorial AODA, a efectos de su publicación en los diferentes volúmenes editados del Anuario Ornitológico de Aragón.
En el mapa de distribución de todas las citas recopiladas se aprecia como los registros se reparten por buena parte de las comarcas aragonesas (Pirineos, Valle del Ebro y Sistema Ibérico), con un cierto predominio de registros otoñales e invernales -frente a los datos primaverales- en el cuadrante suroccidental de la región (Tierras del Jiloca y Sistema Ibérico).
La inmensa mayoría de las citas en paso prenupcial se localizan en la mitad norte y en el Valle del Ebro, donde además y en su zona central (Quinto) se acumula el mayor número de registros de aves en época invernal, excepción hecha de un dato obtenido en Gallocanta para finales de febrero 2019 o los más recientes recogidos durante este invierno en Teruel y Laguna del Cañizar.
De especial interés es el dato reflejado en el mapa, correspondiente a una hembra radiomarcada en Finlandia y conocida como "Potku", que atravesó Aragón los días 20 y 21 de septiembre de 2015 Ver entrada.
Tras cruzar los Pirineos por el collado navarro de Lindux, en la tarde del día 20 entró en la región a la altura de Sos del Rey Católico para sobrevolar la comarca de Las Cinco Villas de noroeste a sureste y pasar la noche entre las localidades de Castejón de Valdejasa y Zuera. Al día siguiente tomó rumbo norte-sur y tras permanecer alrededor de siete horas más en Aragón, abandonó la región por las inmediaciones del turolense Alto del Viso en el límite fronterizo con la vecina comunidad valenciana.
Aunque son muy pocos los datos aragoneses recopilados de ejemplares en migración con estancias más o menos prolongadas en una misma zona, el control de esta fugaz visita otoñal de la hembra finlandesa radiomarcada, contrasta con el registro primaveral de un macho adulto que fue visto cazando durante al menos tres jornadas consecutivas en los llanos cerealistas de Lupiñén-Ortilla (Huesca) para finales de marzo de 2013 Ver entrada.
Hasta el año 2014 el aguilucho papialbo estuvo considerado como un ave de presencia accidental en Aragón (con menos de diez citas registradas) y a partir de ese momento pasó a la categoría de especie ocasional (AODA Vol. VIII, 2017), aumentando significativamente el número de datos obtenidos hasta alcanzar los actuales 51 diferentes registros recopilados.
Al superar la cifra de 50 registros y al haber sido citada en al menos diez de los últimos quince años (ininterrumpidamente entre 2011 y 2020), de acuerdo con los criterios establecidos por el Comité Editorial AODA, la especie deberá ver reconsiderado su actual estatus de presencia ocasional (O) para pasar a ser incluida en la categoría de ave de presencia regular aunque escasa, tanto en ambos pasos migratorios como en invernada (p i).
Por este motivo y a partir del mes de febrero 2020, sus futuras observaciones dejarán de ser recogidas de oficio en este Blog. No obstante, todos sus datos continuarán siendo recopilados para su consideración en el Anuario Ornitológico de Aragón y con el objetivo de evaluar convenientemente la evolución de su estatus de presencia en la región.
En lo que concierne a la determinación del sexo y clase de edad, el 63% de los individuos observados figuran asignados a la clase adulta (30 machos y 3 hembras), mientras que el resto se identificaron como juveniles o inmaduros (primer o segundo año calendario) y de los que al menos tres fueron determinados como machos y otros dos como hembras.
Resulta razonable pensar, que el sesgo mostrado hacia la mayor presencia de machos obedece a una simple cuestión en la facilidad para su identificación. En ambos pasos migratorios, las hembras pueden pasar fácilmente desapercibidas entre los más abundantes aguiluchos cenizos y pálidos de su mismo sexo.
La distribución temporal de todos los registros obtenidos muestra una ligera preponderancia de los datos otoñales (n=22) frente a los primaverales (n=18), a los que además se unen los al menos once datos recopilados para el periodo invernal (hasta enero de 2020), parte de los cuales corresponden a idénticos ejemplares con presencia prolongada en una misma zona.
Si atendemos a los datos obtenidos en España para la serie histórica 1990-2012 (n=min.82), se aprecia como en el periodo 1990-2004 el 86% de los registros españoles correspondieron a ejemplares en paso prenupcial, porcentaje que disminuyó al 58% para el periodo 2005-2010 (coincidiendo además con el establecimiento de los primeros invernantes) y que cayó a tan solo el 13% en el bienio 2011-2012 (Ollé, A. et al.).
En el caso de Aragón y atendiendo a la serie de datos histórica, las diferencias en el porcentaje de aves observadas en ambos pasos migratorios nunca ha sido tan llamativa. De hecho y hasta el año 2016, los veinte registros recopilados muestran cifras prácticamente similares para la primavera (n=8) y el otoño (n=9), a los que se suman los primeros datos obtenidos en pleno periodo invernal (n=3). Con posterioridad el número de observaciones otoñales -y también invernales- ha continuado en aumento, hasta rebajar el porcentaje histórico de aves vistas en primavera a tan solo un 35%.
Es muy posible que buena parte de estos aguiluchos observados en Aragón durante el paso prenupcial, formen parte del contingente que regresa de sus cuarteles de invierno africanos a través del centro del Mediterráneo en busca del Estrecho de Messina y que en condiciones meteorológicas desfavorables podrían ser empujados más hacia el Oeste, alcanzando entonces el Este peninsular y algunas regiones del interior (Elkins, N., 1988; Bildstein, K. L., 2006).
Tampoco es descartable que pudieran pertenecer a la incipiente población invernante que parece haberse establecido en el sur de la Península y algunas otras zonas ibéricas -incluido Aragón-, desde que fuese detectado por primera vez en Castellón en el año 2005 (Ollé, Á. et al.).
En nuestra región se obtuvo un primer registro de invernada para enero de 2006 en la localidad zaragozana de Quinto Ver entrada, y con posterioridad ha sido registrado de forma continuada en esa misma zona entre los años 2015 y 2020, con hasta al menos dos aves (un macho adulto y una hembra de 1er. inv.) observadas allí en varias ocasiones durante el transcurso del presente invierno Ver entrada.
Precisamente ha sido en este mismo invierno, cuando se han obtenido dos nuevas citas en el área de Teruel y Laguna del Cañizar (Ver nota del administrador añadida a la siguiente entrada) quizás referidas a un mismo ejemplar juvenil -posiblemente hembra- visto durante los meses de diciembre 2019 y enero 2020.
Posteriormente y ya en el mes de febrero, se han recibido dos datos inéditos de ejemplares de segundo año calendario entrando al dormidero de pálidos ubicado en la laguna del Cañizar: un ave el día 10 (com. Pablo Moya; en WhatsApp BIRDING ARAGON) y dos aves el día 18 (com. José A. Beneito en FB ORNIARAGON), por lo que parece que han sido al menos dos los individuos invernantes en la zona.
A estos se añade el registro de una hembra que fue vista el 25 de febrero de 2019 en la Laguna de Gallocanta (Ver nota del administrador añadida a la siguiente entrada), aunque no es descartable que pudiera tratarse de un tempranero migrante.
De acuerdo con los resultados obtenidos en el seguimiento de los ejemplares que invernan en Quinto, su estancia en la zona puede alargarse hasta la última semana del mes de febrero (com. per. Manuel Galán), caso de los dos ejemplares invernantes esta temporada y que la pasada semana todavía permanecían allí (com. Manuel Galán y Alfredo Sánchez; en WhatsApp BIRDING ARAGON).
Esta circunstancia (n=19) sobrevalora el número estimado de aves detectadas invernando en la región durante el periodo de recopilación de datos, cuya cifra más real se situaría en torno a los diez o quizás once individuos (Quinto: 1 ej. ene. 06, 1 ej. dic. 15, 1 ej. dic. 16, 1 ej. dic. 17 y ene./feb. 18, 1 ej. dic. 18 y ene./feb. 19, 2 ejs. dic. 19 y ene./feb. 20; Gallocanta: 1 ej. feb. 19; El Cañizar-Teruel: 2 ejs. minº ene. 20 y feb. 20).
Las observaciones en el periodo prenupcial se concentran mayoritariamente a lo largo de las tres primeras semanas del mes de abril, si bien se recopilan algunos datos ya durante el mes anterior con un primer registro para el 2 de marzo de un macho que entró a dormidero en carrizales de la Laguna de Sariñena el pasado año 2019 (Ver comentarios suscritos a la siguiente entrada del Blog AODA) e incluso no es descartable que el dato referido a una hembra vista en los Lagunazos de Tornos (Gallocanta) para el día 25 de febrero de ese mismo año, pudiera corresponder a un tempranero migrante.
En el mes de mayo, tan solo se conoce un único y excepcional registro referido a un ejemplar macho observado a finales de ese mes en la localidad monegrina de Bujaraloz (Zaragoza) Ver entrada.
El paso postnupcial se muestra mucho más repartido entre los meses de septiembre a noviembre, con tres primeros datos de llegada a finales de agosto que incluyen el registro más temprano obtenido para el 20 de agosto 2017 en Sádaba (Zaragoza) Ver entrada y que se alargan hasta bien entrado el mes de noviembre, con hasta tres observaciones de aves en aparente paso migratorio datadas en la última semana de ese mes y localizadas en la Depresión central del Valle del Ebro (Lanaja Ver entrada; Salada de Piñol Ver entrada) y en la Laguna de Gallocanta Ver entrada.
Alberto Bueno Mir
Administrador Blog AODA
La primera cita de la que se tiene constancia en nuestra región, corresponde a una hembra que pudo ser observada en abril de 1977 por Joaquín López Pardo (G.O.O.) y José Laiz Blanco (naturalista del equipo de la serie televisiva "El hombre y la Tierra") en la localidad oscense de Piedramorrera Ver entrada.
Desde entonces se han recopilado al menos otras cincuenta diferentes observaciones de la especie Ver todas las entradas, todas ellas referidas a individuos solitarios y con la excepción de las dos aves que fueron observadas juntas en El Planerón-Belchite para comienzos de abril de 2019 Ver entrada.
Para el cómputo total de citas recopiladas no se han considerado como diferentes registros los correspondientes a ejemplares con presencia prolongada en una misma zona (casi todos referidos a aves invernantes) y es necesario reseñar que son tan sólo cuatro los datos oficialmente homologados por el CR de SEO/BirdLife. El resto han sido exclusivamente validados por el Comité Editorial AODA, a efectos de su publicación en los diferentes volúmenes editados del Anuario Ornitológico de Aragón.
En el mapa de distribución de todas las citas recopiladas se aprecia como los registros se reparten por buena parte de las comarcas aragonesas (Pirineos, Valle del Ebro y Sistema Ibérico), con un cierto predominio de registros otoñales e invernales -frente a los datos primaverales- en el cuadrante suroccidental de la región (Tierras del Jiloca y Sistema Ibérico).
La inmensa mayoría de las citas en paso prenupcial se localizan en la mitad norte y en el Valle del Ebro, donde además y en su zona central (Quinto) se acumula el mayor número de registros de aves en época invernal, excepción hecha de un dato obtenido en Gallocanta para finales de febrero 2019 o los más recientes recogidos durante este invierno en Teruel y Laguna del Cañizar.
De especial interés es el dato reflejado en el mapa, correspondiente a una hembra radiomarcada en Finlandia y conocida como "Potku", que atravesó Aragón los días 20 y 21 de septiembre de 2015 Ver entrada.
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) hembra
Bautizada como "Potku" y marcada en Finlandia en junio 2015
Provista de un transmisor GPS/GSM alimentado por placa solar
Fotografía extraída de http://www.luomus.fi/fi
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Aunque son muy pocos los datos aragoneses recopilados de ejemplares en migración con estancias más o menos prolongadas en una misma zona, el control de esta fugaz visita otoñal de la hembra finlandesa radiomarcada, contrasta con el registro primaveral de un macho adulto que fue visto cazando durante al menos tres jornadas consecutivas en los llanos cerealistas de Lupiñén-Ortilla (Huesca) para finales de marzo de 2013 Ver entrada.
Hasta el año 2014 el aguilucho papialbo estuvo considerado como un ave de presencia accidental en Aragón (con menos de diez citas registradas) y a partir de ese momento pasó a la categoría de especie ocasional (AODA Vol. VIII, 2017), aumentando significativamente el número de datos obtenidos hasta alcanzar los actuales 51 diferentes registros recopilados.
Aguilucho papialbo (Circus macrourus)
Val de Los Pelaires, Quinto (Zaragoza); enero 2006
Primer ejemplar detectado invernando en Aragón
Fotografía: Manuel Galán
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Por este motivo y a partir del mes de febrero 2020, sus futuras observaciones dejarán de ser recogidas de oficio en este Blog. No obstante, todos sus datos continuarán siendo recopilados para su consideración en el Anuario Ornitológico de Aragón y con el objetivo de evaluar convenientemente la evolución de su estatus de presencia en la región.
En lo que concierne a la determinación del sexo y clase de edad, el 63% de los individuos observados figuran asignados a la clase adulta (30 machos y 3 hembras), mientras que el resto se identificaron como juveniles o inmaduros (primer o segundo año calendario) y de los que al menos tres fueron determinados como machos y otros dos como hembras.
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) juvenil
R. N. de la Laguna de Gallocanta (Teruel/Zaragoza)
25 de noviembre de 2019
Fotografía: José Liarte
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La distribución temporal de todos los registros obtenidos muestra una ligera preponderancia de los datos otoñales (n=22) frente a los primaverales (n=18), a los que además se unen los al menos once datos recopilados para el periodo invernal (hasta enero de 2020), parte de los cuales corresponden a idénticos ejemplares con presencia prolongada en una misma zona.
Si atendemos a los datos obtenidos en España para la serie histórica 1990-2012 (n=min.82), se aprecia como en el periodo 1990-2004 el 86% de los registros españoles correspondieron a ejemplares en paso prenupcial, porcentaje que disminuyó al 58% para el periodo 2005-2010 (coincidiendo además con el establecimiento de los primeros invernantes) y que cayó a tan solo el 13% en el bienio 2011-2012 (Ollé, A. et al.).
A la par los datos de aves obtenidos en el paso postnupcial evolucionaron de un ínfimo 13% en el periodo 1990-2004 hasta alcanzar el 55% del total para el bienio 2011-2012, tendencia que ha continuado muy similar durante los siguientes años (prácticamente idéntica en la pasada temporada 2019 Ver datos en Reservoir Birds) y que parece corroborar el establecimiento de una "nueva ruta" migratoria otoñal hacia el sur, de aves que crían en el noreste del continente y que les llevaría a atravesar Europa Occidental y los Pirineos.
En el caso de Aragón y atendiendo a la serie de datos histórica, las diferencias en el porcentaje de aves observadas en ambos pasos migratorios nunca ha sido tan llamativa. De hecho y hasta el año 2016, los veinte registros recopilados muestran cifras prácticamente similares para la primavera (n=8) y el otoño (n=9), a los que se suman los primeros datos obtenidos en pleno periodo invernal (n=3). Con posterioridad el número de observaciones otoñales -y también invernales- ha continuado en aumento, hasta rebajar el porcentaje histórico de aves vistas en primavera a tan solo un 35%.
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) macho adulto
Observado en Berbegal (Huesca) el 3 de abril 2016
La especie se citó de nuevo en la zona para abril 2018
Fotografía: Jesús Lavedán
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Tampoco es descartable que pudieran pertenecer a la incipiente población invernante que parece haberse establecido en el sur de la Península y algunas otras zonas ibéricas -incluido Aragón-, desde que fuese detectado por primera vez en Castellón en el año 2005 (Ollé, Á. et al.).
En nuestra región se obtuvo un primer registro de invernada para enero de 2006 en la localidad zaragozana de Quinto Ver entrada, y con posterioridad ha sido registrado de forma continuada en esa misma zona entre los años 2015 y 2020, con hasta al menos dos aves (un macho adulto y una hembra de 1er. inv.) observadas allí en varias ocasiones durante el transcurso del presente invierno Ver entrada.
Aguilucho papialbo (C. macrourus) juvenil
Llanos de Caudé (Teruel); 14/12/19
Nueva zona de invernada en Aragón
Fotografía: José A. Beneito
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Posteriormente y ya en el mes de febrero, se han recibido dos datos inéditos de ejemplares de segundo año calendario entrando al dormidero de pálidos ubicado en la laguna del Cañizar: un ave el día 10 (com. Pablo Moya; en WhatsApp BIRDING ARAGON) y dos aves el día 18 (com. José A. Beneito en FB ORNIARAGON), por lo que parece que han sido al menos dos los individuos invernantes en la zona.
A estos se añade el registro de una hembra que fue vista el 25 de febrero de 2019 en la Laguna de Gallocanta (Ver nota del administrador añadida a la siguiente entrada), aunque no es descartable que pudiera tratarse de un tempranero migrante.
De acuerdo con los resultados obtenidos en el seguimiento de los ejemplares que invernan en Quinto, su estancia en la zona puede alargarse hasta la última semana del mes de febrero (com. per. Manuel Galán), caso de los dos ejemplares invernantes esta temporada y que la pasada semana todavía permanecían allí (com. Manuel Galán y Alfredo Sánchez; en WhatsApp BIRDING ARAGON).
Los mencionados datos de aves invernantes con estancia prolongada en una misma zona (repetidas citas de un mismo ejemplar), han sido incluidos en la gráfica que se muestra más arriba con el criterio numérico de un solo individuo para cada uno de los meses en que ha sido observado (diciembre, enero o febrero) y con la finalidad de ilustrar mejor su patrón de presencia mensual durante el periodo invernal.
Esta circunstancia (n=19) sobrevalora el número estimado de aves detectadas invernando en la región durante el periodo de recopilación de datos, cuya cifra más real se situaría en torno a los diez o quizás once individuos (Quinto: 1 ej. ene. 06, 1 ej. dic. 15, 1 ej. dic. 16, 1 ej. dic. 17 y ene./feb. 18, 1 ej. dic. 18 y ene./feb. 19, 2 ejs. dic. 19 y ene./feb. 20; Gallocanta: 1 ej. feb. 19; El Cañizar-Teruel: 2 ejs. minº ene. 20 y feb. 20).
Aguilucho papialbo (Circus macrourus) macho adulto
Quinto (Zaragoza); 17 de febrero de 2018
Hasta 2 diferentes ejs. han sido vistos aquí el pasado invierno
Fotografía: Javier Train
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En el mes de mayo, tan solo se conoce un único y excepcional registro referido a un ejemplar macho observado a finales de ese mes en la localidad monegrina de Bujaraloz (Zaragoza) Ver entrada.
Aguilucho papialbo (Circus macrourus)
Sádaba (Zaragoza); 20 de agosto 2017
Cita más extrema para el paso postnupcial
Fotografía: Ignacio Arróspide
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Alberto Bueno Mir
Administrador Blog AODA
Fuentes bibliográficas:
.- Elkins, N. (1988). Weather and Bird Behaviour. T. & A. D. Poyser.
.- Bildstein, K. L. (2006). Migrating raptors of the World: their ecology and conservation. London: Cornell University.
.- González, M. y otros (2017). El aguilucho papialbo Circus macrourus una nueva especie regular en Cádiz. Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños, 47, septiembre de 2017. Algeciras. Instituto de Estudios Campogibraltareños, pp. 253-257.
.- Bildstein, K. L. (2006). Migrating raptors of the World: their ecology and conservation. London: Cornell University.
.- González, M. y otros (2017). El aguilucho papialbo Circus macrourus una nueva especie regular en Cádiz. Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños, 47, septiembre de 2017. Algeciras. Instituto de Estudios Campogibraltareños, pp. 253-257.
.- Marcel GIL-VELASCO, Miguel ROUCO, Manuel GARCÍA-TARRASÓN, Francisco Javier GARCÍA-VARGAS, Ricardo HEVIA, Marc ILLA, Ferran LÓPEZ, Daniel LÓPEZ-VELASCO, Àlex OLLÉ, Guillermo RODRÍGUEZ, Miguel RODRÍGUEZ y Juan SAGARDÍA (2019). Observaciones de aves raras en España, 2017. Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología. Ardeola 66(1): pp. 169-204.
.- Blas MOLINA, Javier PRIETA, Juan Antonio LORENZO y Carlos LÓPEZ-JURADO (2019). Noticiario Ornitológico, 2018. Ardeola 66(2): pp. 381-419.
.- Blas MOLINA, Javier PRIETA, Juan Antonio LORENZO y Carlos LÓPEZ-JURADO (2019). Noticiario Ornitológico, 2018. Ardeola 66(2): pp. 381-419.
.- Ollé, Á, Trabalón, F. y Bertran, M. Aguilucho papialbo Circus macrourus en España. Una reflexión sobre su estatus. En Reservoir Birds www.reservoirbirds.com/Articles.
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